jueves

3-1

A la mitad de la calle ves a unos cahvos sentados en el suelo. Los has visto antes, siempre andan dando vueltas por ahí en bola, tres o cuatro siemrpe juntos y con alguna chava que seguro será la novia de alguno o algo así. También sabes que a veces son buena onda, al menos nunca se han metido contigo.
Julián se les acerca, Pedro y tú van detrás de él.
- ¿Quiubo mi buen? - le dice a uno mientras se dan la mano con un tronar de dedos.
- Pus, aquí nomás, compa... - le contesta desde el suelo - ¿y esos quienes son? - pregunta, señalando a Pedro y a ti.
- Ah, pues son unos chavos que juegan al futbol en el Pavón.
- Ah, chido... - pausa - ¿y qué? ¿Vienen buscando acción? - pregunta, y le ofrece un bote a Julián.
- No, ahorita no, mi buen, gracias. Venía a ver si tú no sabías quién se llevó las porterías.
- Ahhhhhhhhhhhh. Tssssssssssssssssssss. ¿A poco se robaron las porterías del Pavón?
- Sí - dices tú.
- Ahhhhhhhh. Nooooo. Ps no sé. Es lo primero que oigo, no nos hemos movido de aquí desde anoche.
Pedro y tú se miran, y luego a Julián.
- Bueno, gracias carnal - le dice Julián.
- No, de nada compa, de nada - deice inclinando la cabeza casi hasta tocar el suelo - ahí luego nos vemos.
Cuando salen de la calle, Pedro no puede evitar decirle a Julián:
- No, pues sí que se enteran de todo - y chasquea la lengua.
- Oh, pues se les va el avión, ¿qué quieres?

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Sigue...