lunes

12-1-b

Piensas que deberían mejor ir abajo con Pedro, y aunque a Julián no le hace gracia que lo dejen subir solo, quedan en que él los va a alcanzar abajo en cuanto termine de ver que hay arriba.
El patio está en gran medida sin acabarse, con montañas de arena y de cemento en varias esquinas, listas para convertirse en recubrimientos, pisos y paredes.
En realidad no hay gran cosa en el patio, la escuela está toda en construcción.
Después de un buen rato de andar dando vueltas por el patio, Pedro se agacha como si fuera a recoger algo y dice:
- Miren.
Son unos agujeros en el piso, circulares, a la distancia perfecta para que quepan las porterías, pero no hay nada, ni rastro de las porterías en ningún lado.
- Pues aquí las van a poner, eso es un hecho - dice Pedro.
- Sí pero ahora hay que saber dónde están, cuándo y quien las va a poner... - contestas.
Se quedan calaldos los tres, como no hay nada más que ver en el patio deciden esperar a que Julián baje.
- ¿Para qué estaría una maestra aquí? - pregunta Mariana después de unos minutos de silencio - No es como si ya hubiera a quien darle clases...
- Igual y está supervisando que queden bien los salones - le contestas.
- Ahí viene el pesado ese - dice Pedro.
En efecto, Julián viene bajando las escaleras, en las manos trae un papel, que les enseña, donde se convoca a la junta de vecinos al día siguiente.
- Fue todo lo que encontré, no había más.

-----------------------------------
Sigue...