domingo

21

Después de pensarlo bien, decides que lo mejor es que tú hables, aunque no tienes una muy buena idea de lo que vas a decir. Así que se los dices a Pedró, Mariana y Julián quienes acceden a dejar que tú hables.
Al levantarte las palabras no salen de tu boca, pero poco a poco empiezas a contar la historia de cómo llegaron hasta ahí. La mirada de asombro de los que están congregados en el comité vecinal no podría ser mayor, mientras hablas sobre las porterías desaparecidas, la nube de polvo, el viaje al pasado, su encuentro con Don Fili, el convencerlo de que vienen del futuro, el recorrido por las calles de la colonia buscando las porterías, la pintura azul, la visita a la escuela buscando una pista sobre el paradero de las porterías, el encuentro con la Maestra Delfina, convencerla a ella de que vienen del futuro, la fiesta, el encontrar las porterías y verlas quemarse y ahora la junta vecinal, todo intentando regresar al futuro. Después dices que en realidad no sabes qué decirles a todos los demás, exceptuando que en realidad creen que encontrar las porterías es lo único que los va a devolver a sus casas, y que por eso estan ahí tratando de conseguirlas.
El silencio se hace enorme. Pedro te dice muy bajito:
- ¡Van a pensar que estamos locos!
Ene se momento Don Fili se levanta y dice:

- Yo tengo algo que decir. Yo me encontré a estos niños muy perdidos, y muchas de las cosas que han dicho y hecho me han llevado a creerles cada vez más. Tal vez no sea la fuente más confiable, pero...
- Yo también ha llegado a creerles, la verdad. Y no fue fácil al principio y no es fácil decirlo ahora. Yo creo que al menos estos niños se merecen el beneficio de la duda - lo interrumpe la Maestra Delfina.
- Está bien, supongamos que les creemos, ¿qué es exactamente lo que proponen que hagamos? - les dice el señor que coordina el comité vecinal.
Tú te quedas callado. Te das cuenta de que el desenlace de todo lo que ha pasado depende de lo que digas ahora, y sólo se te ocurren dos cosas que puedes decir:

Pedirle al comité vecinal que consiga unas porterías lo más pronto posible para que puedan regresar, aunque ello suponga descuidar la construcción de la escuela, la pavimentaciión de las calles, la organización de las fiestas o incluso la misma construcción del deportivo;

O decirle a los miembros del comité que en realidad lo único que necesitan es que les garanticen que las porterías van a existir en el futuro, aunque eso signifique que tal vez tarden mucho, pero mucho tiempo en regresar a su época.

¿Qué decides?

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Si decides pedirle al comité que traten de darles las porterías ya, haz click aquí.

Si prefieres decir que lo que importa es que las porterías esten disponibles en el futuro, haz click aquí.